domingo, 6 de noviembre de 2016

ALEJANDRO DUQUE AMUSCO




Criaturas de la luz

                                                       Brot und Wein
                                                       F. Hölderlin



Mientras fue seguro el sol
por lo más alto, en mis días de niño,
lo fuisteis todo para mí, serenas potestades,
resplandor y creencia, los mensajeros
de la divinidad invadiendo mis juegos.
Después, tras la alborada viva
de la espera,
desperté
y ya no estabais,
fluyó la luz
y solamente vi, en la tiniebla roja,
vuestras sagradas alas alejándose.


De: "Donde rompe la noche"






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