El ahorcado del juego de palabras
No
tiene rostro. Su cuerpo lo conforman los trazos del carbón o la tinta de quien
lo vaya dibujando. Antes, su silueta surgía muy lentamente y pocas veces la
anatomía de su cuerpo entero se apoderaba del papel. Por tal razón describirle
en su totalidad fue considerado una tarea titánica por grandes científicos de
la grafía. Hoy día, con las escasas destrezas de deletreo, escritura y lectura
que sobreviven, podemos constar que el ahorcado del juego de palabras cuenta
con una línea vertical que funge como base o cuerpo, dos palitos en la parte
inferior que cuelgan como piernas, dos en la parte superior como brazos y, por
último, un círculo pequeño que le sirve de cabeza. A nadie nunca le ha
importado dibujarle un cuello.
De: Paquitos
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