Lo sabes: debo perderte otra vez y no puedo
Lo
sabes: debo perderte otra vez y no puedo.
Como un golpe preciso me amotina
cada obra, cada grito, cada soplo
salino que se desborda
de los muelles y oscurece la primavera
de Sottoripa.
Pueblo de herrajes y arboladuras
salvajes en el polvo del atardecer.
Un largo zumbido llega de alta mar,
rasca los vidrios como uña. Busco el signo
extraviado, la única prenda que tuve
de ti.
Y es verdad el infierno.
Como un golpe preciso me amotina
cada obra, cada grito, cada soplo
salino que se desborda
de los muelles y oscurece la primavera
de Sottoripa.
Pueblo de herrajes y arboladuras
salvajes en el polvo del atardecer.
Un largo zumbido llega de alta mar,
rasca los vidrios como uña. Busco el signo
extraviado, la única prenda que tuve
de ti.
Y es verdad el infierno.
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