Ars poética
Había
una vez
una
metáfora extraordinaria,
que se
deprimió mucho
al
enterarse
de que
no la entendía nadie.
Así que
decidió visitar al psicoanalista,
quien a
su vez le explicó
que su
padre había abusado de ella,
cosa
que la deprimió aún más.
Con
mucho esfuerzo,
la
insólita metáfora realizó terapias de grupo,
se
alejó de los cafés,
de los
círculos intelectuales de la ciudad
y
consiguió, con ayuda del tiempo,
rehacer
su vida;
sin
embargo su padre continuó delinquiendo,
hasta
que fue descubierto
por un
par de críticos literarios muy influyentes
y se
suicidó.
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