martes, 17 de octubre de 2017

DIANA AZCONA TREJO





V



Ahora,  en esta hora en la que yaces
brillante, horadado y febril,
en medio de esta ri dí cu la asepsia

no te acaricio porque no te reconozco.

Los médicos dicen que eres tú,
que eres tú de treinta y nueve años
que eres tú zanahoria
que eres tú neumónico
que eres tú hidroce¿fálico?
que eres tú mórbido.

Pero a mis manos
―insoportablemente viudas―
no las inunda  tu espuma
ni  las abrasa tu incendio,
y se niegan a ser sudario
para ese cuerpo
que ya no te pertenece.



De: “Crónicas de hospital”

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