lunes, 30 de octubre de 2017

MOISÉS VEGA





víctimas de su propia daga
mis muertos vuelven devorados
no escucho sus corceles
tras el sueño de la lumbre
no me tocaron sus musas
nadie ha venido
– sea Catulo o Bojórquez –
a preguntar por mis ojos
del tiempo en mis ojos como un relámpago
donde Calíope se congrega y ensancha

después de todo
una muchacha vale más que un verso.


De “Memorias del cuerpo”


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