jueves, 23 de noviembre de 2017

JESSICA FREUDENTHAL




La Caperucita Roja 



Consagraron mi vida
injustamente
a una canastilla.

Consagraron mis entrañas
a una caperuza
a un disfraz de niña.

Consagraron mi vida
injustamente
a un cuento sin final.

Jamás creceré.
Jamás conoceré las delicias de la carne.
Nunca regresaré con mi madre.

Me habré quedado con la idea
de que el mundo es un lobo hambriento.

¿Porqué la vida es tan dura?
Para dolerte mejor.

Quise vivir, pobrecita.
Quise crecer.
Quise creer.

Pero consagraron mi vida a las mentiras.


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