miércoles, 21 de febrero de 2018

MAYRA OYUELA





Deserto



Hoy nadie morirá en Argelia si me dejas
 en Libia o Bután se traficará con armas.
Los niños de Sudáfrica no dejarán de morir de hambre
-aunque monten mundiales de fútbol-
la luna persa brillará como siempre en el sari
de alguna musulmana hermosa,
con ojos de pantera.
La palabra amor no desaparecerá de los alfabetos
Y en Tegucigalpa algunos sí morirán pero
por asalto a mano armada.
Nadie morirá hoy si me dejas,
este mundo de romanticismos  
es la porquería residual de la burguesía francesa,
con sus singulares molinos y sus corsé rojos.
Billie Holiday no dejará de sonar
en la memoria de una generación
y la gente seguirá comprando plasmas
aunque sepan que el Coltán,
causa muerte a centenares de personas.
La gente nace, la gente muere
A diario otros y otras deseamos morir en una boca
en una semifusa marina en medio de unas piernas.
Estoy clara, amor,
ni vos, ni yo, moriremos si me dejas
y pasaran los años
coincidiremos en algunas copas
en velorios, en plazas ajenas
en amistades traslucidas,
en un verso,
mi argumento – esta vida es mía-
si tuviese otra, tal vez repetiría esta historia,
pero sólo es una y es mía,
y sí hay otra, también para mí la viviré.




No hay comentarios:

Publicar un comentario