martes, 29 de mayo de 2018

ALLEN GINSBERG





A un viejo poeta en el Perú



Porque nos encontramos en el atardecer
Bajo la sombra del reloj de la estación
Mientras mi sombra estaba muriendo en Lima
Y tu fantasma estaba muriendo en Lima
      Vieja cara necesitando afeitarse
Y mi barba joven saltando
      Magnífica como el pelo muerto
      En las arenas del Chancay
Porque yo pensé erróneamente que estabas melancólico
Saludando tus 60 años de alto
      que huelen a muerte
      de arañas en el pavimento
Y saludaste a mis ojos
      con tu voz aflautada
Erróneamente pensando que yo era genial
      para un joven
(mi rock and roll es el movimiento de un ángel
      volando en la ciudad moderna)
(tu agitación Oscura es el movimiento
de un serafín que ha perdido las alas)
Beso tu mejilla gorda (una vez mañana
Bajo el estupendo reloj del Desaguadero)
Antes que yo vaya a mi muerte en un accidente de avión
      en Norte América (mucho tiempo atrás)
Y tú vayas a tu ataque al Corazón en una indiferente
      calle de Sud América)
Ambos rodeados por comunistas chillando
      con flores en el culo
tú mucho antes que yo
o sólo en una larga noche en un cuarto
      del viejo hotel del mundo
      observando una puerta negra
      rodeada de pajaritas de papel.


Versión de Marcelo Covian


No hay comentarios:

Publicar un comentario