martes, 14 de agosto de 2018

NÉSTOR PONCE





Peceto al horno



Éramos tan pobres
que hacíamos simulacros de comida
yo prendía el horno
cebaba mate freía cebollas
y después nos sentábamos a comer

los platos del juego de casamiento
estaban vacíos
eran una hormiga en el ocaso
una almohada sin cama
un brillo en la penumbra

yo la miraba a mi mujer a los ojos
qué rica la carne al horno le decía
mientras masticaba pan tostado con cebolla
ella se limpiaba los labios con la servilleta
en un gesto de única elegancia

te salió riquísima decía
exquisita exquisita
parece un murciélago
que ve por primera vez la luz

yo elevaba una copa imaginaria de champán
para festejar el comentario

Éramos tan felices



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