Para la isla del olvido, dicen
cantando
pasan los esteros
“Nuevas
aguas seremos en el hogar
lejano”
Se
acuesta el sol en su quebrada
y a mi
alma no la veo
pero,
ahora, la llamo y le digo
que no
deseo todavía ir al mar
Me
sonríe la luna y está sano
mi costado
y entre
las piedras blancas
lenta
navega mi sangre
hacia
el Río de las Lágrimas
Mis
hermanos me aguardan
pero en
el Oriente no se ha
apagado el fuego
y la
primavera retorna
y me
saluda llorando
mientras
aleja a la balsa
de las
orillas de mi Sueño Azul.
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