El poeta de la bailarina anónima
Una
bailarina ronda tus páginas,
mis
pies ni siquiera aparecen.
Ella se
ha ido,
pero se
detiene en tu retina.
Podría
ponerme zapatillas,
danzar,
y sólo
la verías a ella.
Seguirás
disfrutando banquetes en soledad
que
quemarán los paladares,
ella
será alimentada por tu memoria
mientras
muero de hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario