sábado, 27 de abril de 2019

ANNA DE NOAILLES





Una tarde moriste...



Una tarde, a la hora en que el día termina,
Moriste de repente. La pereza terrible
Y dulce no te venció invadiéndote.
Nada te anticipó el letargo y la tumba.
Tú, el sueño tuviste, y yo peno y tropiezo;
Y la muerte más muerta es el sobrevivirte.


Versión de Miguel Ángel Frontán.


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