VI. Quién en esta ciudad
¿Quién en esta ciudad
es la mañana,
con qué derecho
más abierta a otros hombres,
no la experiencia del guerrero,
ni mi invención...
Quién en esta ciudad vivía de mí,
producía sólo un eco,
incapaz de una sola línea de verdad,
y no provocaba más que el sollozar de las
almas de perro
con el calor del mediodía...
Quién en esta ciudad no soporta los golpes,
el jurado de catorce horas,
los interrogatorios sin pausa de la noche...
Quién en esta ciudad no moriría
al borde de las grandes frases,
fuera de los grandes libros
cayendo, como caen los cerdos
en el olvido...?
Tú en el camino de los pensamientos...
campos embrutecidos humean
en medio de la perfección.
Conquistadores del mundo:
Dante, Virgilio, Pascal
con qué derecho
más abierta a otros hombres,
no la experiencia del guerrero,
ni mi invención...
Quién en esta ciudad vivía de mí,
producía sólo un eco,
incapaz de una sola línea de verdad,
y no provocaba más que el sollozar de las
almas de perro
con el calor del mediodía...
Quién en esta ciudad no soporta los golpes,
el jurado de catorce horas,
los interrogatorios sin pausa de la noche...
Quién en esta ciudad no moriría
al borde de las grandes frases,
fuera de los grandes libros
cayendo, como caen los cerdos
en el olvido...?
Tú en el camino de los pensamientos...
campos embrutecidos humean
en medio de la perfección.
Conquistadores del mundo:
Dante, Virgilio, Pascal
De: "Ave Virgilio”
Versión de Miguel Sáenz
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