viernes, 3 de abril de 2020

CHŪYA NAKAHARA





Circo



Habían transcurrido varias épocas
y hubo guerras de color castaño.

Habían transcurrido varias épocas
y soplaron ráfagas heladas de invierno.

Habían transcurrido varias épocas
y esta noche, aquí, llegaban a su punto culminante,
y esta noche, aquí, llegaban a su punto culminante.

Hay una viga en lo alto de la carpa del circo.
Hay un columpio.
Un columpio casi invisible.

Cuelga boca abajo con los brazos tendidos
bajo el techo manchado de algodón.
Yuán yuyón yuyayuyón.

Las luces blancas, cercanas,
respiran como si fueran listones baratos.
Yuán yuyón yuyayuyón.

Los espectadores son pequeñas sandías.
Sus gargantas chillan como las conchas de ostión.
Yuán yuyón yuyayuyón.

La negra y ennegrecida oscuridad cubre la carpa.
La noche avanza
y la nostalgia de los paracaídas condenados.
Yuán yuyón yuyayuyón.


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