Anécdota de la jarra
Coloqué una jarra que era redonda
Sobre una colina en Tenesí.
Hizo que la maleza silvestre
Rodeara esa colina.
La maleza subió hasta ella,
Y se tendió a su alrededor, ya no era silvestre.
La jarra era redonda sobre la tierra
Y alta y como un puerto en el aire.
Dominó por todos lados.
La jarra era sencilla y gris.
No dio ni pájaro ni arbusto,
Como nadie más en Tenesí.
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