El
Venado
12
Amanece
en la tierra y amanece
en mí y en esta noche de mi alma.
(Después de tantos siglos estoy solo
y nada me acompaña sino el viento.)
Amanece
en la tierra…
la vida es como un júbilo redondo
que hiende carnes con gozosos clavos.
Esto
está bien arriba, pero abajo,
en este debajo de la sed que llueve
menuda y pertinaz, trágicamente,
el indio su fuego alimenta
y bebe su maíz en anchas jícaras,
y vive y muere y muere y se levanta.
Y yo
estoy escuchándome en el viento
que me regala su amistad de piedra
grande en la que el venado se hace inmenso
de soledad con sol y con estrellas,
de soledad de hombre que aparece de pronto
deportistas de sangre en la selva.
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