La lluvia
Por el postigo, hacia el jardín de enfrente
te estoy mirando, hermano limonero.
Unos cuantos limones en tu frente
beben el agua azul del aguacero.
Desploma el cielo gris su monedero
sobre el tinglado, dispendiosamente
y escandaliza un árbol pajarero
que se ha vuelto una jaula de repente.
Y mientras salgo de mis vestiduras
y me visto de lluvia, con un traje
que me desviste el alma y las honduras,
giro y bailo de amor, vuelto ramaje
y a pie y desnudo, ya sin ataduras,
me voy, me doy, me soy… puro paisaje.
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