Museo
de Arte Moderno de New York
Es
un decir, ya lo imaginas, una pausada conversación sin más.
Pero
mi vida habrá de ser más breve que mi arte
Y el
Bajo Manhattan un grabado vivo de nuestras ilusiones y desesperanzas,
Un
pedazo del Ozama levantado, tal vez,
O de
aquella ciudad que fundaron las palabras.
Es
un decir, ya sabes, en lo dicho estás y soy.
Sentir
Cézanne, Matisse, Gauguin, Picasso, Braque.
Pensar
van Gohg, Degas, Renoir, Monet, Dalí.
Soñar
Oviedo, Ulloa, Tovar, Cestero, Eligio, Guadalupe, Azar,
Nombrar
huesos y pasos perdurables entre lienzos,
Días
que no son sino instantes de sus artes.
Es
un decir, ya lo imaginas, un diálogo quizá entre tú y mi tal vez.
Pero
mi vida habrá de ser más breve que mi arte;
El
frío se prolonga más allá del riel postrero,
Mas
hay dichosamente vapor en la estación,
Aunque
aceda el invierno con su baba los humores.
Es
un decir, eso es y nada importe acaso en este día,
Cuando
en la superficie del Bajo Manhattan
Se
percibe nubosa la duración del ser.
Mas
tu vida y la mía habrán de ser tan breves
Como
el copo de nieve que nos hizo reír.
Es
un decir, ya lo imaginas, una pausada conversación sin más,
Para
descubrir que tanto arte sobra y toda vida falta
En
el Museo de Arte Moderno de New York.
De:
“Lengua de paraíso”
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