sábado, 24 de septiembre de 2022

DAVID REFOYO

 

  

Semuret

 

 

Por cada caja de cincuenta libros furgonetas tráileres repletos de títulos

de novedades enviadas en veinticuatro horas desde cualquier punto del mapa

si tú en casa el pijama el café caliente y afuera enero el mes cruel

si Luis traspasa la librería el cartel reza y yo rezo por cese de negocio

y la llama que nos alumbra mitiga y el humo del candil nos ennegrece

si fuiste culpable como lo fui yo si el espacio habitado con un móvil es un desierto

Luis coloca el candado en la trapa y dice hasta siempre me voy al pueblo

no quiero más libros no más comerciales no más literatura de saldo

ya no edita ya no lee porque la jubilación porque sus perros y la casa levantada

sobre la tinta y las horas si el reloj dice hasta aquí limpiamos los cristales

retiramos los carteles con cuidado y volvemos a colocarlos sobre el vidrio húmedo

resplandeciente y el reclamo no sirve nadie parece dispuesto a tomar el testigo

nadie quiere inmolarse delante de los camiones pasarán como las tropas moras

pasarán por encima de mí y de tu cómodo pijama y lo harán con urgencia

porque la urgencia y la poesía siempre estarán enfrentadas

 

De: “El fondo del cubo”

 

 

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