Una
noche fría
Una
noche fría
mi
corazón se entristece
sin
estar siquiera triste…
ajado
y amoratado.
Al
otro lado de la puerta fornida,
los
viejos días despreocupados;
en
lo alto de la colina,
los
frutos del algodón abiertos.
Fumea
aquí la lumbre;
su
humo se eleva como consciente de sí mismo.
Sin
llamada alguna,
sin
deseo cualquiera,
mi
corazón fumea…
De:
“Abrazado a las estrellas”
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