Aristófanes recapacita en la sobremesa
«Tal
vez sea cierto que estamos partidos
por
la mitad,
que antes
que
amaneciera el mundo fuimos otros. Tal vez
sea
cierto que algo vino luego, un rayo,
una
espada afiladísima, algo,
la
discordia, tal vez.
Amasijo
de tierra empapada en sangre: nosotros.
Uno
y otro, huérfanos ventrículos
que
buscan. Tal vez,
si
esto es cierto,
te
he encontrado.
Estamos
al final de los banquetes,
pero,
entonces, ¿por qué la sed?
Tal
vez, sí, tal vez
el
encuentro no sea
como
entre el agua y la boca en avidez abierta,
entre
el reposo y los miembros abatidos del cansancio.
Tal
vez sea más
como
el hueco que se forma en el dedo herido por la espina,
el
tajo del relámpago en el tronco en dos partido,
quizás,
como
el cerebro atravesado por la duda.
Tal
vez no somos el corte,
sino la sangre que brota;
tal
vez no los fragmentos del hueso fracturado,
sino el grito;
tal
vez no la carne exiliada por el parto,
sino
la muerte que han depositado en nuestras manos.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario