Los árboles
en
la cada vez más escasa complejidad de las sombras
van
las copas trenzadas sin suelo y sin cielo
el
viento levanta sus recuerdos abandonados
suben
un tanto y caen
para
susurrar su mensaje a las semillas
la
danza de la multiplicación sigue una música
que
nunca ha acabado ni acabará
hablamos
de un mundo sin sol, pero luminoso
hablamos
de todos los recuerdos del mundo
escritos
en líneas concéntricas
y
aunque ajenos somos
a su
lengua, a su escala temporal
flotamos
bajo ellos
y
soñamos un largo sueño
dividido
en millones de vidas cortas
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