sábado, 12 de julio de 2025

FERMÍN VILELA

  

 

Geología

Conversación entre un peregrino y un funcionario público, cerca de la ciudad de Shangai.
      



“Déjelo ir”, me dijo.
“Ni siquiera lo intente.
Renuncie a toda esa búsqueda,
esa inútil geología.

La poesía no sirve para nada.

Tampoco haga de su canto
un himno, dirá más trigo
y pan duro del montón.
Mi consejo, amigo mío,
es que se mantenga firme
en su carrera diplomática
y escriba relatos para la corte,
para la gente simple, no versos
destinados a todos esos ermitaños
que terminan muertos de hambre,
solos dentro de una montaña.

Sigamos, amigo mío,
las antiguas tradiciones
y sumémosle ladrillos de dignidad
al enorme tapial de la historia”.

Mientras el funcionario público
decía esto yo le daba una palmada
en el brazo, dándole toda la razón.

“De qué servirá la poesía, mi señor,
como de qué servirá una taza, un imperio,
una persona soñando bajo la luna.
Por mi parte, yo no necesito defender nada.
Los espíritus del caracter están vivos.
Mis caracteres no siguen a la tradición
porque el carácter es la tradición
y la tradición es poesía

Ahora me tengo que ir,
me gustaría llegar a casa
antes del otoño.

Usted sabe cómo se ponen los caminos
después de las grandes lluvias”.

 

 

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