Conchas
del tiempo
¿Cuál
era el mundo que se deslizó
como
arenilla entre tus dedos
cuando
éramos niños del cielo
y,
allá arriba,
escuchábamos
las vidas futuras
en
las conchas del tiempo?
(¿Será
aquel en el que
los
labios me duelen del silencio,
y
las manos del anhelo
por
este hogar que
ni
se me olvida
ni
logro recordar?)
Abajo
solo
eres liviana pasión
que
me crucifica en dos mares
y
aguda aguarda su muerte
en
la marea que asciende.
Aquí
vivo
atado a todo
lo
tangible y terrenal,
un
cuerpo de humo amarrado a cuerdas
que
duda adónde volver:
si
junto al fuego o allá entre las nubes.
De:
“Dos mares”
Versión
de Marco Vidal González
No hay comentarios:
Publicar un comentario