Un
padre despierta de noche y mira
rayas
de colores sobre el muro.
Las
hizo su hija de cuatro años.
Esas
rayas están a metro veinte de altura,
el
próximo año estarán a metro y medio.
Pero
espera,
la
pintora murió
en
un bombardeo.
Ya
no hay colores.
Tampoco
muros.
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