viernes, 21 de noviembre de 2025

LUCILA ESTRADA DE PÉREZ

 

 

A mi amiga Concepción Loucel

 

 

En sus días.

Yo quisiera poseer, amiga mía,
del poeta la sublime inspiración,
para cantar gozosa en este día,
que es tu natal, amable Concepción.

Yo quisiera de flores olorosas
una bella guirnalda colocar
sobre tu frente pura, donde hermosas
las virtudes se miran reflejar.

Y que esas flores, frescas, perfumadas,
con que adornara tu virgínea sien,
fueran las gayas flores cultivadas
en los jardines del perdido Edén.

Y en placeres y fiestas deliciosas,
que tú fueras objeto de ovaciones;
y en notas musicales, armoniosas,
que vivieras oyendo dulces sones.

Pero el destino me negó estos dones,
y en vez de un canto dulce, apasionado,
oirás, tan sólo, tristes vibraciones
de mi laúd, discorde y destemplado.

Mas te consagro la expresión sincera
de mi amistad, sencilla y afectuosa;
acéptala benigna y placentera,
y Dios te hará feliz, te hará dichosa.

Nunca la suerte con impía saña
Vaya a secar de tu ilusión las flores,
de esa ilusión que en nuestra edad temprana
se nos muestra con fúlgidos colores.

Que yo al Eterno mi ferviente ruego
al cielo, a cada instante, haré subir,
para alcanzarte paz, dicha y sosiego,
que así no sentirás lo que es vivir.

San Salvador, 8 de diciembre de 1878.

 

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