V
No importa quien sea el dueño del sueño.
Solo sé que él
vino a buscarme.
Mordió mis talones.
Me obligo a caminar
desnuda, sobre el desierto.
(Sólo yo seguía oliendo flores).
Solo sé que él
vino a buscarme.
Mordió mis talones.
Me obligo a caminar
desnuda, sobre el desierto.
(Sólo yo seguía oliendo flores).
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