jueves, 31 de mayo de 2012

LEONARDO QUERCIO






Tu voz, tus sentidos  



Atisbo tímidamente tu magnificencia,
Recorro con mis ojos, escondido,
Tu entera belleza
Por dentro y por fuera,
Mujer perfecta
Quiero que me mires,
Que me dejes adorarte.
Quiero reconfortarme en el mar de tus versos,
Que profesan un espíritu libre,
Indócil y rebelde.
Quiero ensalzarte,
Que te sientas enorme
Con mis lisonjas arrobadoras;
Pero sobre todo,
Quiero para mí tu voz,
Y que todos tus sentidos,
Se indignen para que estés conmigo.

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