sábado, 19 de mayo de 2012

LUIS CORTÉS





Panorámica


Esto
es una cama vacía.
Es obvio, una observación insignificante, pero es como si me diera cuenta
recién ahora.
Estoy solo, tomando mi café sentado entre las sábanas, mirando
mi propio reflejo en el televisor apagado.
Anoche no dormiste aquí. Tus cosas están desordenadas a tu lado
de la cama. El diario de ayer permanece cerrado.
Tomo sus páginas al azar, en un gesto inconsciente, absurdo, pues
ni siquiera tengo ganas de leer.
Ni de levantarme.
Desde la ventana se ven algunos edificios,
se ve el San Cristóbal acechado por el sol, se ven sus árboles
distendidos contra el cielo. Se ve la ciudad zarandeada por la mañana,
tras un vidrio empolvado como el resto de la casa.
¿Volverá a importarte el que esté así?
¿Volverás a quejarte de la ropa en el suelo?
¿Volverás otro día a interrumpir mi soledad?
El final del día es lo único que desde aquí
No puede verse.


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