Las
fronteras del delirio
No
decimos lo que vemos por temor
la sangre reclama lirios
aún nos queda un poco de vergüenza
y la ropa de cama huele a musgo
la sangre reclama lirios
aún nos queda un poco de vergüenza
y la ropa de cama huele a musgo
Hay
una diferencia ahora
en los espejos y el pulso
en los espejos y el pulso
Nosotras
ya no somos las mismas
ya no somos las mismas
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