Niño
portátil
En
contracampo también,
ya no es un sueño,
ya no es un sueño,
las
yeguas de la noche
comían hierba en mí.
comían hierba en mí.
...vigía
y
todos como nadie saben
heliotropo de su sangre.
todos como nadie saben
heliotropo de su sangre.
Huéspedes
de una edad parecida a la infancia
pero que contiene todavía el habla
que desconocimos.
pero que contiene todavía el habla
que desconocimos.
Y
allí nos reúne el miedo a que la palabra sea
su implacable presencia de custodio
en la pesadilla.
su implacable presencia de custodio
en la pesadilla.
Un
caracol dormido
que hacia sí mismo sube,
que hacia sí mismo sube,
y
aunque se rebela como una baba plateada
y laberíntica,
otra voz lo lame.
y laberíntica,
otra voz lo lame.
¿Llueve?
El viento viene a barrer suavemente las cosas.
El viento viene a barrer suavemente las cosas.
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