domingo, 17 de febrero de 2013

PEDRO GARFIAS





Mansión



Mi casa es como un fruto.
Se abre a la luz en gajos blancos y finos.
Sus paredes bruñidas se ofrecen puras a mi gozo.
Y sus columnas indomables
tienen la gracia ágil de mi bastón.
La noche en ella es breve, blanda,
apenas una oscura venda para los ojos.
Pronto el sol llama a nuestro sueño, con golpes bruscos.
Sol seco y fuerte como un vino.


De “Ala del Sur”

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