La
grandísima perra…
a Abelardo Castillo
y Juan José Saer
-la
grandísima perra-digo
la
grandísima historia, ¿cuál?
¿cuál
es la voz que dice esa historia?
un
hombre en el balcón, transpirado y sediento
del
último solcito
el
otro en parís, con aguacero
(canta
vallejo en las griegas tiendas)
-y
helena no es helena-dice el joven
-la
historia es otra cosa-
el
hilo del teléfono es la línea frugal de los dos hombres
uno
en la terraza
sudando
el último solcito
otro
en parís mirando la niebla tras un vidrio
la
niebla como una forma de baile
en
la cabeza
en
la lengua del otro
-el
baile es de castillo-digo
pero
el otro, el de la voz en línea,
se
esparce en la secuencia
en
la voz que dice esa historia
¿qué
cuerpo tiene aquello que se cuenta?
¿o
son los espacios vacíos los que dicen?
el
cielo en la terraza es un paréntesis azul
ni
una nube
la
niebla en parís es tenaz
¿qué
miran los que miran?
¿qué
miraba helena desde la alta torre?
¿por
quién lloró?
¿cuál
de los dos fue el hombre que poseyó a la bella?
¿tan
bella?
la
historia como un baile
la
lengua en reverencia de palabras
-nada-dijo
-nadie
te
llamo otro día- y cortó
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