Mi
casa
Para Rosy y mis
hijos Claudina y Juan
Ésta
es mi casa.
Piedra por piedra fue levantándose
donde no había ninguna traza.
Piedra por piedra fue levantándose
donde no había ninguna traza.
Donde
ahora está, no había nada:
hierbas tan solo,
y el viento frío en la madrugada.
hierbas tan solo,
y el viento frío en la madrugada.
Después,
un cuarto solo
―cuatro por cuatro―,
porque el amor no necesita tanto.
―cuatro por cuatro―,
porque el amor no necesita tanto.
Ésta
es mi casa.
Con los hijos creció, pero no es grande.
Es el amor lo que la expande.
Con los hijos creció, pero no es grande.
Es el amor lo que la expande.
Lo
que sí tiene es libros, muchos libros
que se han ido llamando uno al otro,
y son más que los sueños
porque incluso los sueños
tienen derecho a irse
en busca de otros sueños.
que se han ido llamando uno al otro,
y son más que los sueños
porque incluso los sueños
tienen derecho a irse
en busca de otros sueños.
Ésta
es mi casa.
Abro la puerta y el aire pasa,
y en el jardín la primavera
puebla de pasionarias la enredadera.
Abro la puerta y el aire pasa,
y en el jardín la primavera
puebla de pasionarias la enredadera.
Durará
más que nuestras vidas,
pero los dos que la habitamos
desde el primer instante, y que la vimos
transformarse y crecer,
aquí seguimos,
y somos, en esencia,
lo que fuimos.
pero los dos que la habitamos
desde el primer instante, y que la vimos
transformarse y crecer,
aquí seguimos,
y somos, en esencia,
lo que fuimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario