miércoles, 22 de mayo de 2013

JUAN DOMINGO ARGÜELLES






Mi casa


Para Rosy y mis hijos Claudina y Juan


Ésta es mi casa.
Piedra por piedra fue levantándose
donde no había ninguna traza.

Donde ahora está, no había nada:
hierbas tan solo,
y el viento frío en la madrugada.

Después, un cuarto solo
―cuatro por cuatro―,
porque el amor no necesita tanto.

Ésta es mi casa.
Con los hijos creció, pero no es grande.
Es el amor lo que la expande.

Lo que sí tiene es libros, muchos libros
que se han ido llamando uno al otro,
y son más que los sueños
porque incluso los sueños
tienen derecho a irse
en busca de otros sueños.

Ésta es mi casa.
Abro la puerta y el aire pasa,
y en el jardín la primavera
puebla de pasionarias la enredadera.

Durará más que nuestras vidas,
pero los dos que la habitamos
desde el primer instante, y que la vimos
transformarse y crecer,
aquí seguimos,
y somos, en esencia,
lo que fuimos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario