martes, 27 de agosto de 2013

ELSA CROSS




Pabellón


Vida del agua, tu mirada
me detiene para siempre
                             en este umbral.
No he de volver ya sobre mis pasos.

Las puertas que entreabres
devuelven a nuestros ojos el esplendor perdido.
Ramas como de plata
                             –árbol de los deseos–
brillando arriba.
Esplendor bajo sus celosías,
                                             luces danzando
sobre las esteras de hierba fresca.
Esplendor en el estanque de lotos.
Así en tu pecho,
                              fuente de néctar
donde hundo mi frente a la mañana.

Ciegos de luz bajo la sombra
contemplamos Aquello
                           sin forma ni figura,
invocamos a Aquello sin nombre.

El sol se pierde tras los árboles.
Rayos oblicuos pasan entre las hojas,
llegan hasta la orilla del estanque,
danzan, danzan
                             sobre el agua.

Claridad absorta en sí misma,
el brillo en tu mirada.
Y en esa luz
                           se cumple todo impulso.

Hemos estado desde siempre
bajo estos pabellones,
y la tersura de la hoja del baniano
                                         habita nuestro tacto.



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