Desde el fango hasta la piedra
Para
Eloy y con él
En la última asechanza
está el silencio hablador
y está solo el versador
en medio de la balanza,
mas la noche, en su tardanza
inútil quiere perderme.
¿Es tan difícil hacerme
el giro de la atención?
¿Será sordo el corazón
que no quiere comprenderme?
está el silencio hablador
y está solo el versador
en medio de la balanza,
mas la noche, en su tardanza
inútil quiere perderme.
¿Es tan difícil hacerme
el giro de la atención?
¿Será sordo el corazón
que no quiere comprenderme?
Para vencer callo y nombro
en el silencio mi clave,
y es que tu nombre es la llave
para cerrar el asombro.
Desnudo estoy y en mi hombro
tengo un tatuaje inhumano,
de furias tengo la mano
prendida de otra mejilla
y tengo un verso en la orilla
del viejo arroyo cercano.
Para armar tengo un país
anegado en sus bochornos,
y tengo el pan crudo en mis
malagradecidos hornos.
Salvaje, por los contornos,
desafiante el agua medra,
en un murmullo la hiedra
sube desde el suelo al muro,
paso a paso y sin apuro,
desde el fango hasta la piedra.
en el silencio mi clave,
y es que tu nombre es la llave
para cerrar el asombro.
Desnudo estoy y en mi hombro
tengo un tatuaje inhumano,
de furias tengo la mano
prendida de otra mejilla
y tengo un verso en la orilla
del viejo arroyo cercano.
Para armar tengo un país
anegado en sus bochornos,
y tengo el pan crudo en mis
malagradecidos hornos.
Salvaje, por los contornos,
desafiante el agua medra,
en un murmullo la hiedra
sube desde el suelo al muro,
paso a paso y sin apuro,
desde el fango hasta la piedra.
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