lunes, 25 de noviembre de 2013

EILYN LOMBARD



  
La noche de Alejandra Pizarnik


Esta es la noche de Alejandra:
algo menos oscura que el silencio
la noche soy,
debió susurrarme en algún momento
(un momento antes) dice ella.
Alejandra está lejos
y no entiende que yo lea su historia,
menos oscura que el tiempo.
Con miedo y desmesura me creo ella
cada vez
familiar      dolorosa.

Yo estoy lejos de aquellos que maldicen,
su tristeza no es mía,
soy yo
enferma de islas
de palabras dichas al azar,
de actos consumándose absurdos
¿dónde está la noche?
dónde     dónde     dónde
todos habitamos, una vez, la casa del vacío.

Estar a oscuras casi siempre gratifica,
ennoblece.
El dolor no es un pájaro agrio retorciéndose,
convoca suavidad, cierta dulzura.
Nos tendemos
a encontrar dolores    pájaros    vértigos.
Alejandra respira se ahoga    gime
Mis ojos ya no ven.



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