viernes, 13 de diciembre de 2013

JUAN FELIPE ROBLEDO




Nos debemos al alba



Traicionar las palabras,
canjear su peso, su color,
en el sucio mercado de los días
es acto que nos llena de muerte
y ceniza y vago afán.
Ha de ser castigado
con el hierro, la soledad,
el tedio y la miseria.
Nos debemos al alba,
plateros, a la dicha,
y al canto y al remo
y al ensueño trazado en la garganta
y a mañanas sin prisa
en las orillas de un mar que ya no es.
Porque al final todo es olvido
para quien el tráfago su sangre dona,
a la parla chi suona
y a conversaciones con tontos
y mercachifles
y comete delitos en descampado
con las pequeñas,
las terribles y mansas
y arteras palabras.


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