miércoles, 18 de diciembre de 2013

MARIO RIVERO




Poemita



Tuve un pequeño pájaro
que cantaba para mí cada día
cuando el alma se estaba entumeciendo
y descarrió su vuelo.

Tuve una pequeña moneda de oro
hecha en los siglos anteriores
-y sin equivalente-
y la perdí en la arena.

En un lejano viaje
encontré una pequeña rosa -no corriente-
-sin con qué comparar-
pero otro peregrino la quebró de su tallo
y la prendió en su ojal.

¡Ah pequeña rosa
pequeño pájaro
pequeña moneda!

¡Qué fácil para alguien como yo morir!


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