viernes, 27 de junio de 2014

MIGUEL ARTECHE SALINAS


 

Noche perdurable

  

Apóyate, noche, sobre nuestros pechos: éntranos
En tu centelleante oscuridad.

Noche de los amantes que yacen sepultados,
Noche de la serpiente que nos acecha siempre.
Solemne y alerta
Apóyate para cantar en nuestros pechos. Apoya
Tu cabeza en los muslos del solitario:
Hazlo fulgir, haz que su llama brille un momento,
Haz que su fuego se eleve a tu cabello estrellado.
Sobre las llamas de nuestras vidas desiertas,
Tú, la gran errante, vienes sobre nosotros.

 

 

 

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