miércoles, 2 de julio de 2014

COSME ARANA RÍOS

 

 

Crepuscular

  

Como un lujoso medallón luciente
tallado en una placa de oro fino,
sobre un fondo de raso purpurino,
surge, pleno de luz, el sol naciente.

En la penumbra incierta de occidente,
saturado de efluvio matutino,
entre su cortinaje alabastrino
se hunde la luna , pálida y doliente.

Y en la quietud claustral de la espesura,
busca el perfume los astrales rastros
y el ave entona su cantar risueño,

como si se ofrendara a la natura,
escrito con la lumbre de dos astros,
gentil poema de fugaz ensueño.

 

 

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