Floreció
mi canto
Sobre
corazones yo iba caminando,
el alma agobiada por los desengaños.
el alma agobiada por los desengaños.
El día era llama que no se extinguía;
la senda, penosa, como una agonía.
Así
caminaba contemplando el cielo
poblado de nubes como albos corderos.
poblado de nubes como albos corderos.
Un
día... mi alma preguntó intrincada:
"¿por qué sufro tanto por todo y por nada?"
"¿por qué sufro tanto por todo y por nada?"
Mi
dolor –¡qué importa!– ¡Florezca en la aurora
el canto de luz de la alondra en las frondas!
el canto de luz de la alondra en las frondas!
Para
mi consuelo floreció mi canto
que yo he prodigado impregnado en llanto.
que yo he prodigado impregnado en llanto.
Descifré
del bosque las eternas voces.
Me vestí de albas entre los alcores.
Me vestí de albas entre los alcores.
Gocé
la caricia lustral de los ríos.
Con los pies desnudos caminé entre lirios.
Con los pies desnudos caminé entre lirios.
Soñé
junto al mar a la luz de la luna...
¡y escuché en la brisa canciones de cuna!
¡y escuché en la brisa canciones de cuna!
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