viernes, 11 de julio de 2014

DANIEL TORRES


 

Sala de lectura

 

Llegas,
te sientas por los bordes
de la estrategia.
Miras mientras lees,
remiras de reojo
y entonces:
comienza el furor de las batallas
silenciosas,
la letra impresa te baila
entre los ojos,
el espacio se te llena en vertiginoso
aleteo de fragancias
(desprovistas de olor alguno)
los latidos se suceden
poco a poco y en ascenso
por toda la extensión de los relámpagos.

Espera todavía hasta el ahogo,
cuando comiencen los levantamientos
de armas licenciosas.

 

 

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