viernes, 1 de agosto de 2014

FERNANDO VILLALÓN

 

 

Situación.

 

 

Llanura sin confín, lagos de plata,

rizados por los vientos marineros;

horizonte soldado con luceros;

a la bruma de ocasos escarlata.

 

Soledad marismeña, serenata

de silencio dormido en los esteros;

una cuerda de cisnes viajeros,

al cielo con la tierra, en plumas ata.

 

Sólo con mi caballo en la llanura,

-punta de imán mi voz-, encuentro el cielo

a un andar con la tierra, la finura

 

del lubricán deshila la camisa

de los ángeles todos, y un revuelo

de nieve, el orto en alas blancas frisa.

 

De: La toriada.

 

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