Historia de Ángeles IV
Vean,
por el sendero sin retorno va un ángel ciego
Nadie llora por él, nadie lo nombra.
A veces, lentemente, gira su torso blanco,
y mira hacia nosotros con sus ojos vacíos.
Nadie llora por él, nadie lo nombra.
A veces, lentemente, gira su torso blanco,
y mira hacia nosotros con sus ojos vacíos.
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