Bocanada
Serás
ciudad. Te imagino conquistable. Pero no.
Serás
rimel o lienzo. Serás entonces un encuentro.
Pero
incluso mil encuentros no nos presentarán jamás.
Serás
la exquisita extraviada. Y aun así nunca.
Me lo
pienso dos veces:
nada
habrá de desbordarse pero no habrá límites.
Serás
«quizás»
Y
ambos los de diario: evocados
(los e(qui)vocados)
Hallarán
al mundo soberbio, ajeno al tedio.
Quedará
el registro que he hecho de ambos.
Quedarás
tú, decantada.
Quedaré
yo, diciendo clichés.
Serás
melancolía. No serás melancolía.
Y el
intento, – el miserable destino dicen,
bah–
el
desatino del miserable.
Serás
arquitectura al interior de un escrito. Seré yo.
Serás
luna y no. La noche y tampoco.
Serás
centro y nada. Serás puente.
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