Ítaca
Detrás
de su huella se borró el camino.
Lejos
de sus ojos,
la
Ítaca olvidada
floreció
de una eternidad transparente
su
dimensión
ahora
es otra
quizá
la mentira crea la felicidad.
Ulises
sigue vagando triste
No
saben nada los caminos
de
aquel que borró su huella.
Ítaca
no lo recuerda
ya no
tiene su aroma en las laderas
ya no
florece de amor para sus ojos.
Dicen
que después de sus batallas
lloraba
por aquella casa
hoy
escondida en sus pupilas
El
camino incierto y pobre
frente
a su grandeza
le
hizo olvidarla.
En
otras aldeas de espejo dejó su estirpe.
Los
pasos rotos
no
sangran lejos de los espinos
ni
añoran ya los otros pasos.
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