Día 5
Con
cada norte
azotando implacable
las piedras
del viejo malecón
la obstinada vida
me repite
su estribillo monocorde:
azotando implacable
las piedras
del viejo malecón
la obstinada vida
me repite
su estribillo monocorde:
“nunca
llegarás
a puerto seguro,
a puerto seguro,
no
prestes atención
a cantos de sirenas,
a cantos de sirenas,
no
sigas más
la brújula sin rumbo
de tu corazón,
la brújula sin rumbo
de tu corazón,
están
ciegos los faros de la noche,
nunca
encontrarás
atracadero
ni melodía
ni derrotero
ni luz
atracadero
ni melodía
ni derrotero
ni luz
sólo
existe
un viaje interminable
hasta el fondo”.
un viaje interminable
hasta el fondo”.
De: Bitacora de sal tatuada
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