miércoles, 23 de marzo de 2016

OMAR SANTOS




Insalvable.



Y no habrá algún prodigio que ponga
de rodilla a tus fantasmas,
ni la certeza de tener privilegios
frente a la retirada del arcángel.
Tu flor alimentada en los laberintos
vendrá a ser el reclamo perdurable,
la paranoia que elige entre las piedras.
En el espejo la rabia. En el camino
la ansiedad última de proferir
por los recovecos.
Te llegará la noche para saldar viejas deudas,
para deletrearle sus muros a la derrota.
Te llegará ese fruto
por si visitas los despeñaderos
del poema,
Por si te mojas bajo el árbol
de las lamentaciones.



No hay comentarios:

Publicar un comentario